Quién más, quien menos, se enamoró de África y quiso seguir los pasos de Stanley y Livingstone con títulos como “El sueño de África“. Quién más, quién menos ha esperado ansiosamente las nuevas publicaciones del referente de los libros de viajes en español, Javier Reverte. Después de dos títulos pasables, regresa con algo realmente recomendable, “En mares salvajes”; y lo hace rodeado de hielos, penumbra y sombras de aventureros desaparecidos, que ponen los pelos como escarpias por distintas razones que “Canta Irlanda”, la oda de Javier Reverte a la isla esmeralda. Los pelos, como escarpias.
El nuevo libro de viajes de Javier Reverte transcurre a bordo de un barco oceanográfico ruso que navega por el Paso del Noroeste, que conecta el Atlántico y el Pacífico a través de la miríada de islas árticas y que tan buenos beneficios económicos reportará a los países que dispongan de buenas bases cuando el calentamiento global evite su obstrucción; una ruta soñada y buscada durante cientos de años por las grandes potencias marítimas, los exploradores más arriesgados y los aventureros ansiosos de fama, gloria y premios. Ni siquiera ahora resulta fácil surcar las aguas de uno de los últimos rincones salvajes (aunque al borde de la extinción) que quedan en el mundo: la bravura de las aguas, los cambios meteorológicos y la desnudez de las costas siguen sin doblegarse a los deseos del ser humano. Aunque es evidente que hoy ese viaje resulta más fácil (y, sobre todo cómodo) que en el siglo XVI, cuando los hombres inquietos empezaron a probar suerte en esos mares oscuros.
Emocionante, heladora, a ratos claustrofóbica y llena de cadáveres, restos de epopeyas pasadas, momias y curiosidades (la vida en las regiones boreales no puede ser ni más extrema ni más alejada de lo que conocemos en, prácticamente, el resto del mundo), la última aventura de Javier Reverte recupera su curiosidad especial y el estilo que tradicionalmente le ha permitido tejer la madeja de sus experiencias con los datos históricos de las tierras que atraviesa. Consuela comprobar que se ha recuperado de su trauma amazónico (“El río de la desolación“) y de la crisis cumpleañera que celebró remando por el Yukon con “El río de la vida“.
Qué: En mares salvajes, de Javier Reverte.
Quién: Plaza y Janés
