El Jainismo es la séptima religión más importante de la India. La practica el 0,4% de la población: 4 millones de fieles, aproximadamente. El Jainismo surgió en contra de las casas y los Vedas. Entre sus principales creencias destacan la búsqueda del ascetismo y el respeto por la vida. Mumbai tiene una de las comunidades jainistas más importantes del mundo.
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El Jainismo

El Jainismo surgió, casi al mismo tiempo que el Budismo, en contra de las castas y de los Vedas (las escrituras sagradas) hindúes. El Jainismo también nació en oposición a los tejemanejes brahmánicos, proponiendo la búsqueda de una mayor pureza espiritual. Si las lecciones de Buda profundizan en la meditación, las de Mahavira, fundador de esta corriente espiritual (S.VI a.C.), lo hacen en busca del ascetismo y el respeto por cualquier tipo de vida.
De hecho, los jainistas más ortodoxos, dándole una vuelta de tuerca al vegetarianismo oficial, no comen plantas con raíces o las que tienen color rojo, el de la sangre. Los hay, incluso, que se cubren con máscaras para no tragarse, por accidente, ningún insecto. Muchas limosnas de los templos van destinadas a proteger animales, algo que, a ojos occidentales, puede resultar paradójico, cuando no absurdo, en un país con tantas necesidades sociales como la India, donde más se practica el Jainismo.
La principal creencia del Jainismo es la no violencia o AHIMSA, famoso sobre todo por el ejercicio total que de él hizo Gandhi en su lucha anticolonialista.
Símbolos de las creencias del Jainismo
En el interior del templo, al mediodía, casi no hay gente. Los tachones plateados de las figuras que hay en los altares de ambos pisos se relacionan con los chakras o puntos de energía del cuerpo, tan importantes en casi todas las creencias asiáticas. Las esvásticas de arroz -malinterpretadas por el movimiento nazi en Europa- representan la rueda de la vida, la eternidad del mundo. Los libros de oraciones, de enseñanzas repartidos aquí y allá dan fe de la confianza en el otro que el Jainismo enseña y exige. Sólo así se pueden ejecutar, en el día a día, las creencias del Jainismo acerca dela no violencia (AHIMSA), la veracidad, y el desapego de lo material.
Al otro lado del patio de entrada, donde se han dejado los zapatos y las sandalias, el caos de Mumbai se mantiene inalterable: los repartidores de comida rápida -los dhabas- pedalean con las cazuelas metálicas en precario equilibrio sobre sus cabezas; el tráfico se pelea por un hueco entre las aceras, el cielo encapotado amenaza lluvia sobre la playa de Chowpatty, que aquí nadie utiliza para bañarse o tomar el sol, aunque sí para dar los mítines políticos más importantes. Mumbai es más que una ciudad; es un microcosmos con normas propias y un idioma, el bambaiyya hindi, que se ha forjando con retales de otros muchos. El Jainismo es, como el Zoroastrismo, una de sus singularidades.
Curiosidades de Mumbai, ciudad del Jainismo
Mumbai se conoce también como Bombay por la ‘traducción’ que los ingleses hicieron de su nombre original. Ellos fueron los que alquilaron el sitio, por 10 libras, a la Compañía de las Indias Orientales en el año 1665. Por aquel entonces, Mumbai -o Bombay- era más un puerto que una ciudad, aislado, además, del resto de la India, más preocupado por crecer mar adentro y por las mercancías que hasta él llegaban desde el lejano Oriente que por lo que sucedía tierra adentro.
Hoy en día Mumbai es la meca del cine indio, un avispero de historias, colores, sabores, gentes y profesiones: una ciudad que verdaderamente no duerme nunca. Aquí vive una de las comunidades jainistas más importantes del mundo. Entre las creencias Jainistas que más chocan con la realidad de la ciudad, destacan su predicación de la no violencia y su respeto extremo por la vida, el ascetismo y la meditación. Parece difícil ser jainista en una ciudad en constante crecimiento, con tanta ambición y tantas paradojas sociales y culturales.
- La renta anual media en la ciudad de Mumbai es de 48.900 rupias (1.000 USD), casi tres veces más que la del resto del país.
- Mumbai tiene una densidad de población de 29.000 personas/km2.
- Las tensiones religiosas son menos importantes en el sur de la India que en el resto del país.
- Una de las profesiones más solicitadas y populares es la de dhaba o repartidor de tarteras. Los dhabas recogen las tarteras en los domicilios particulares de los oficinistas, se los entregan en mano a la hora de comer y las devuelven a los hogares al atardecer. Más de 200.000 entregas diarias con un error cada 6 millones de envíos.