El Arco de Cáparra es el único arco tetramofro que queda en la Península Ibérica

Arco de Cáparra, símbolo inmortal de Extremadura

Claves de las ruinas de Cáparra y del Arco romano de Cáparra: tips, horarios y precios de visita y fotos.

La Historia de Cáparra se vincula a la de la Vía de la Plata, el camino de ida y vuelta. Aunque su origen es vetón, las ruinas de Cáparra se consideran uno de los yacimientos romanos más importantes de España. Destaca especialmente el Arco de Cáparra, el único arco tetramorfo, o Tetraphylum, de la Península Ibérica, convertido por su singularidad en el símbolo internacional de Cáceres y de Extremadura. No es sólo que se trate de un arco con cuatro caras, sino que, además, es de las pocas construcciones importantes de las ruinas de Cáparra que no ha sido “desmontado” en todos estos siglos por quienes necesitaban piedra y otros materiales para construir nuevas infraestructuras, desde muros de separación de fincas hasta caminos. Si estás buscando sitios para visitar en Extremadura, deberías tener muy presente la ciudad romana de Cáparra porque, además, está muy cerca de otros lugares que visitar en Extremadura, como Plasencia o Hervás.

Ciudad romana de Cáparra

La ciudad romana de Cáparra es uno de los yacimientos arqueológicos que más grabados románticos y preguntas asombradas sigue generando. Para muchos, Cáparra tiene un origen incierto, aunque otros sostienen que sus piedras se levantan sobre cimientos ibéricos. Todo parece indicar que la ciudad romana de Cáparra surgió gracias a su proximidad a una importante vía de comunicaciones, que durante el periodo romano sería conocida como la Vía de la Plata, y que fue creciendo paulatinamente hasta alcanzar su máximo esplendor en torno al año 74 d.C. Después, Cáparra fue abandonada poco a poco, hasta quedar prácticamente olvidada en medio de la dehesa extremeña. De hecho, hay un refrán bastante popular, “así se despobló Cáparra“, que hace referencia al hecho de que, a veces, las cosas están sucediendo aunque no nos demos cuenta de ellos.

Visita a Cáparra

Entre olivos y lomas rojas, así se aparecen las ruinas de Cáparra al visitante del siglo XXI, traspasado uno de los umbrales de sus murallas, casi ciclópeas, aun cuando apenas se han empezado a extraer de la tierra que las cubre. ¡Cuánto nos impresionaría, incluso a los hijos de los rascacielos, callejear por cualquiera de las urbes del Imperio romano, incluso en una de sus provincias! La ciudad romana de Cáparra se ubicó en la provincia de la Lusitania, creada en el 27 d.C. y se monumentalizó cuando el emperador Vespasiano, que había grabado su nombre a sangre y fuego con el asedio de Masada, la nombró municipio en el 74 d.C.

La visita a Cáparra incluye la zona arqueológica y el Centro de Interpretación de la ciudad romana de Cáparra. Si quieres tener alguna idea más sobre por qué las ruinas de Cáparra son uno de los lugares para visitar en Extremadura, no te pierdas el comentario sobre el Arco de Cáparra más abajo.

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Horario de las ruinas de Cáparra

El horario de la ciudad romana de Cáparra es de verano (de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00) y de invierno (de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00). Las ruinas de Cáparra cierran los domingos por la tarde y el lunes, todo el día.

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Precio de las ruinas de Cáparra

La ciudad romana de Cáparra forma parte de la red de Museos de Extremadura y su visita es gratuita. Si quieres aprovechar al máximo la visita a Cáparra, sigue leyendo algunas ideas interesantes sobre el Arco de Cáparra y su Historia.

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Cómo llegar a Cáparra, Cáceres

Plasencia y Hervás son los referentes para llegar a Cáparra, en Cáceres, además de los mejores sitios para encontrar alojamiento cerca de las ruinas de Cáparra.

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Dónde dormir cerca de Cáparra

Si buscas hotel para visitar Cáparra, te recomendamos la Hospedería de Hervás o el Parador de Plasencia pero también puedes encontrar otras referencias a través de Booking que se adapten mejor a tus necesidades, por disponibilidad, precio o capacidad.

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Historia de la ciudad romana de Cáparra

Ya hemos dicho que la ciudad romana de Cáparra se asentó sobre las bases de un asentamiento previo, de vetones con casi toda probabilidad, y que alcanzó su máximo esplendor como parte de la provincia romana de Lusitania en torno al año 74 d.C. gracias, sobre todo, a su proximidad a la Vía de la Plata.

Los comerciantes, viajeros y aventureros paraban en Cáparra buscando negocio y descanso y así fue cómo la ciudad se asentó y fue creciendo. ¿Qué pasó para que una urbe tan próspera fuera abandonada, lenta pero inexorablemente, con el paso del tiempo? Pues que después de los romanos llegaron los musulmanes y los cristianos y con estos últimos, los reinos de León y de Castilla, que establecieron sendas diócesis en Plasencia y Corias, desde las cuales se repartieron el pastel territorial sobre el que estaba la ciudad romana de Cáparra, cada vez más vacía porque el tráfico por la Vía de la Plata iba menguando poco a poco. Aprovechando, precisamente, la línea divisoria que suponía la Vía de la Plata, se establecieron dos municipios distintos, entre los que se reparten las ruinas de Cáparra: al Noroeste, el de Guijo de Granadilla; al Sureste, el de Oliva de Plasencia; una división que es un pequeño bache para la protección global del yacimiento que requiere, dice su director de excavaciones, Enrique Cerrillo, “un tratamiento especial y global con independencia de las normas subsidiarias de ambos municipios.”

Los pocos viajeros que siguieron recorriendo los alrededores de la antigua ciudad romana de Cáparra siguieron parando en sus tabernas y fondas hasta el siglo XVIII, cuando la ruta se desvió definitivamente por la presencia sistemática de bandoleros. Así fue cómo Cáparra y el Arco de Cáparra se perdieron en las honduras de la dehesa de Extremadura. Así se despobló Cáparra, dice el dicho, poco a poco, con cuentagotas de siglos, dejando a un lado la gloria del Arco de Cáparra, único en la Península Ibérica. Hasta hoy, cuando emergen de nuevo, tras décadas de trabajo, algunas de sus viviendas, tres necrópolis, los restos del anfiteatro y de sus murallas… Edificios públicos que se levantaron cuando Cáparra alcanzó el rango de municipum flavium, el más alto posible, y que se abandonaron o parcelaron, privatizándose, a finales del siglo III- principios del IV, después de que la ciudad perdiera sus fórmulas municipales… Adiós al espacio público, adiós a su poder, hola al expolio y las marchas.

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Arco de Cáparra, símbolo de Extremadura

Al fondo, en la encrucijada del Cardo y el Decumano, ensartado por la mismísima Vía de la Plata, espera, paciente, el Arco de Cáparra. Es el único arco cuadriforme (Arco Tetrapylo) que queda en la Península Ibérica, primo hermano de los que se mantienen en pie al otro lado del Mediterráneo en Libia o Siria. Si el Arco de Cáparra es sorprendente por su estructura –una búsqueda del ‘más difícil todavía’ de su mecenas Marcus Fidius Macer– y su decoración en colorines, de los que apenas quedan algunos tonos rojizos, lo más increíble de la Historia de Cáparra es que no se ha caído con el paso del tiempo y, aún más alucinante, que es lo único que los ladrones de piedra y de antigüedades no han desmontado para dar forma a los muros, las paredes y la carreteras de kilómetros a la redonda. Ni siquiera la ermita de Nuestra Virgen de la Bella Flor, muy posterior al Arco de Cáparra, ya que es del siglo XV, nos ha llegado entera, asaltada por ese afán de reciclaje tan habitual hasta hace bien poco.

“Sin duda fueron los viajeros españoles y extranjeros que circularon a través de la Vía de la Plata en el siglo XVI los que ofrecieron una valoración del Tetrapylom de la ciudad romana de Cáparra, rodeado todavía de otros edificios de los que sólo sus ruinas han llegado a la actualidad”, explica Enrique Cerrillo Martín de Cáceres, arqueólogo y jefe de las excavaciones en Cáparra.

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¿Quién construyó el Arco de Cáparra?

¿Y quién construyó el Arco de Cáparra y por qué? La persona que mandó construir el Arco de Cáparra fue un vecino llamado Marcus Fidius Macer, que alcanzó los más altos cargos políticos cuando la ciudad estaba en su momento de máximo esplendor; en realidad, las construcciones públicas romanas como el Arco de Cáparra son propias de estas etapas de esplendor. Sabemos que fue él quien pagó por erigir el referente de la ciudad romana de Cáparra porque su nombre aparece en uno de los laterales, ya que, además del uso público, este tipo de obras tenían también una finalidad propagandística.

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Fotos de Cáparra

Ciudad romana de Cáparra en Cáceres Extremadura
Arco tetrapilo en las ruinas de Cáparra Cáceres
El Arco de Cáparra fue construido gracias a un poderoso vecino de la ciudad romana de Cáparra
Ciudad romana de Cáparra en Cáceres Extremadura
Ciudad romana de Cáparra en Cáceres Extremadura

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