El Calendario Agrícola de San Isidoro de León, del siglo XI, es el mejor calendario medieval de este tipo conservado y más famoso de España. Fue pintado en el siglo XI y no ha sido restaurado. El Calendario isidoriano forma parte de una de las obras cúlmen del arte románico de España, el Panteón de la Colegiata de San Isidoro de León, considerada la “Capilla Sixtina del románico”. Cada uno de los medallones representa una escena que resume la “esencia” de cada uno de los meses del año, razón por la que algunas voces reclaman que más que calendario, sea conocido como “mensuario”. Para otros, el Calendario isidoriano es, en realidad, una metáfora del paso del tiempo, puesto que también incluye las referencias habituales en un Zodiaco. Para salir de dudas, lo mejor es que lo veas con tus propios ojos cuando realices una visita a la Basílisca de San Isidoro de León, uno de los sitios que ver en la ciudad junto a la Catedral de León, famosa por sus vidrieras. El Calendario agrícola de León es sólo uno de los muchos secretos de la Colegiata de San Isidoro, junto a la Torre del Gallo, donde custodian el Cáliz de Doña Urraca, para algunos expertos el auténtico Santo Grial; o la Biblioteca de San Isidoro de León, sede de muchos manuscritos de valor incalculable.
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Claves del Calendario agrícola de San Isidoro de León
Un calendario es un sistema de distribución de actividades en fechas determinadas a lo largo de un año. Los calendarios agrícolas se basan en las actividades que se desarrollan en el campo durante cada mes. Dependiendo de la zona geográfica del mundo sobre el que versen, variarán en un sentido o en otro. Fueron uno de los tipos de calendearios medievales más populares.
A nivel histórico y artístico, el calendario agrícola más famoso y mejor conservado de España está en el Panteón de los Reyes de la Colegiata de San Isidoro, uno de los sitios que ver en León si pasas dos días haciendo turismo en la ciudad. El Calendario Agrícola de San Isidoro de León fue pintado al fresco en el siglo XI y, a día de hoy, “se conserva ‘in situ’ y no ha sido restaurado con adición de pigmentos; sólo se ha tratado en dos ocasiones para su conservación”, explica Raquel Jaén González, directora técnica del museo isidoriano.
Cada uno de los doce medallones de este calendario agrícola, situados en el intradós de uno de los arcos, representa una escena que resumen la esencia de cada mes en el León del siglo XI: en enero, un hombre con dos caras abre una puerta, dejando salir el año acabado y entrar al nuevo; febrero se representa con una lumbre; en marzo aparece la poda de las vides; en mayo, un caballero indica que era el tiempo habitual de la guerra; en junio y julio se recogen las cosechas, como en septiembre, época de vendimia. Y en octubre y noviembre, aparecen representados los cerdos, con su cría y matanza, fundamental para las despensas invernales. Aunque hay quien considera que este calendario agrícola medieval debería llamarse “mensuario”, Raquel Jaén González cree que “no es correcto; esa palabra no está admitida por la RAE”.
¿Calendario agrícola o metáfora del tiempo?
Otros autores van más allá y consideran que el Calendario Isidoriano no es, en realidad, un calendario agrícola sino una metáfora del paso del tiempo, orientada a los nobles más que a los campesinos. Además de las escenas que se identifican con la primavera (el hombre con las dos ramas), el Calendario Agrícola de San Isidoro de León incluye un Zodiaco que “aquí no es una representación pagana. Se simboliza el Cristo en Majestad en sus tres representaciones: en el Panteón se representó a Cristo en Majestad, el Pantocrátor como ‘Todo Poderoso’. El Zodiaco le representa como Cosmocrator, Señor del Cosmos, y el Calendario como Cronocrator o Señor del tiempo.”
La Capilla Sixtina del Románico
A nivel artístico, el Calendario Románico de San Isidoro de León destaca por estar representado a través de la pintura, por sus excelentes condiciones de mantenimiento y por el lugar elegido para su representación.
Por eso, el Calendario Agrícola del Panteón de la Colegiata de San Isidoro de León contribuye a la idea de que su techo es la “Capilla Sixtina del Arte Románico”, una idea “esbozada por el profesor Gómez Moreno” y que hoy sigue justificando una visita exhaustiva a este conjunto arquitectónico en el que destacan muchos otros espacios y piezas históricas conservadas.
Si visitas la Colegiata de San Isidoro de León también tienes que visitar la Torre del Gallo, donde podrás conocer por qué el Santo Grial está en León y se relaciona con el Cáliz de Doña Urraca tras el estudio llevado a cabo por los Marga Torres y José Miguel Ortega, estudiosos del viaje del Santo Grial desde Jerusalén.
