El botafumeiro es un incensario de gran tamaño que se utiliza en la liturgia eclesiástica de algunas iglesias. El botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela es uno de los más famosos del mundo.
Índice de contenidos
El equipo de esta revista de viajes digital ha preparado un artículo muy completo sobre qué es el botafumeiro y para qué ha servido.
Hay que empezar diciendo que la palabra botafumeiro es de origen gallego.
Esto se debe a la importancia que han tenido, y tienen, botafumeiros como el de la Catedral de Santiago de Compostela.
Ese, en concreto, es uno de los más famosos del mundo por sus dimensiones y antigüedad, ya que se usa desde los siglos XI ó XII.
Significado de botafumeiro
El término botafumeiro tiene origen gallego y se refiere al gran incensario de la Catedral de Santiago de Compostela.
Un incensario es un brasero con cadenillas, que se utiliza para esparcir el aroma de distintas sustancias por un espacio concreto.
Para qué sirve el botafumeiro
El botafumeiro sirve para dos cosas fundamentales.
Por un lado, realza la ceremonia religiosa y por otro, ambienta el recinto sagrado en el que se celebra la liturgia.
Ambientar los espacios litúrgicos era algo bastante necesario en siglos anteriores, ya que la ducha diaria no era habitual.
El uso del botafumeiro enmascaraba los olores de la muchedumbre.
El botafumeiro en el Códice Calixtino
El Códice Calixtino es un manuscrito iluminado del siglo XII que se conserva en la Catedral de Santiago. En él se hace referencia al botafumeiro. El Códice fue robado en 2011y estuvo desaparecido durante un año. Ese episodio inspiró la novela El códice del peregrino, del escritor José Luis Corral, uno de los autores de novela histórica más vendidos.
Qué se le pone al botafumeiro
Normalmente, la sustancia que se quema en el interior de un botafumeiro es incienso.
El incienso es un producto asociado con la divinidad, que despide un olor muy característico.
Su humo induce a la trascendencia y evoca a la divinidad al elevarse hacia el cielo.
Desde la Antigüedad ha sido un bien muy preciado y difícil de conseguir.
Los incensarios se han usado para purificar lugares abarrotados de gente y para rendir culto a los dioses.
A ello hay que añadir que los incensarios se han convertido en valiosos objetos artísticos gracias a su diseño y manufactura.
Al principio, eran recipientes con forma de jarrón o de urna, con una tapa agujereada.
Con el paso del tiempo se les añadieron las cadenas con las que se manejan, para facilitar su uso y transporte.
Las religiones de la Antigüedad usaban botafumeiros con normalidad y las iglesias cristianas heredaron la tradición con rapidez.
Botafumeiro de Santiago de Compostela
Es posible que el botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela sea uno de los incensarios más famosos del mundo.
Técnicamente, la palabra botafumeiro se refiere sólo a este incensario, pero su uso se ha extendido a todos los demás
Hay constancia de que el uso ritual del botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela data del siglo XII, aproximadamente.
En el Códice Calixtino, el botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela aparece mencionado como Turibulum Magnum.
Seguramente el botafumeiro medieval fuera de oro o plata, pero no ha llegado hasta nuestros días.
Actualmente, hay dos botafumeiros en la Catedral de Santiago de Compostela.
Ambos se custodian en la Biblioteca Capitular, de donde salen cuando se usan en las ceremonias litúrgicas.
Visitar la Catedral de Santiago
Si tienes pensado visitar Santiago de Compostela, tienes que conocer las curiosidades de su Catedral, una de las más importantes de Europa. Una visita guiada es la mejor forma de conocer su historia y sus leyendas, que incluyen el bofaumeiro.
Botafumeiro más antiguo
De los dos botafumeiros de la Catedral de Santiago, el más antiguo data de 18515.
Fue elaborado en latón bañado en plata por el orfebre José Losada.
Mide 160 centímetros de altura y, vacío, pesa cerca de 62 kilos.
Cuando se llena de carbón e incienso puede pesar hasta 100 kilos.
Botafumeiro más moderno
En el siglo XVIII, los Alféreces Provisionales decidieron regalar una réplica del botafumeiro anterior a la Catedral de Santiago.
Hoy en día está considerado el botafumeiro más moderno.
Algunos expertos descartan que el uso del botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela sólo sirviera para atenuar los fuertes olores de la muchedumbre.
Según ellos, para eso se colocaban braseros en distintos lugares del templo.
El baile del botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela formaba parte de los rituales de las ceremonias religiosas.
Todavía hoy, el botafumeiro se baila en las ceremonias solemnes.
Cómo funciona el botafumeiro
Hasta el Renacimiento, el botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela se colgaba de las vigas de madera del cimborrio.
El uso actual del botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela se lo debemos al maestro Juan Bautista Celma.
Celma fue pintor, escultor, fundidor y rejero, y trabajó en éste y en otros templos de Galicia.
Ocho hombres, llamados tiraboleiros, consiguen que el botafumeiro alcance una velocidad de 68 kilómetros por hora en poco más de un minuto y medio.
Gracias a los movimientos de los tiraboleiros, el botafumeiro alcanza también arcos de hasta 65 metros de amplitud.
El movimiento pendular se ejecuta delante del altar mayor de la Catedral y se repite alrededor de 17 veces.
El trabajo de los tiraboleiros es una de las mejores curiosidades de la Catedral de Santiago de Compostela.
Réplica del botafumeiro
Si has visitado la Catedral de Santiago de Compostela y has visto su botafumeiro (el más grande del mundo), puedes conseguir una réplica a escala para decorar tu casa. ¡No le falta ningún detalle!
Cuándo funciona el botafumeiro
Hay una serie de fechas muy concretas para que funcione el botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela.
Fuera de ellas, los particulares interesados pueden pagar por verlo.
Los peregrinos que realizan el Camino de Santiago también pueden solicitarlo a través de la Oficina de Acogida de Peregrinos.
Accidentes del botafumeiro
Parece que sólo se han registrado tres accidentes en la historia del botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela.
El primero sucedió en 1499, cuando salió volando contra la Puerta de Platerías.
En el año 1622, el botafumeiro se cayó al suelo y en el siglo XX chocó contra alguien que se acercó demasiado.
