La historia de Bodegas Bilbaínas es también la del Barrio de la Estación, uno de los sitios que ver en Haro porque allí se encuentra la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo. En ambos casos hay un mucho de casualidad y otro tanto de emprendimiento. En ambos casos estamos ante una historia centenaria que también ha sido capaz de proyectarse al futuro porque tanto Bodegas Bilbaínas como el Barrio de la Estación de Haro han impulsado el enoturismo, primero con visitas a las bodegas y luego complementándolas con salidas a los viñedos a pie o en segway, catas más o menos elaboradas y apertura de barras de vino y de tiendas dentro de las propias bodegas. Todas esas actividades se pueden reservar directamente con las bodegas o a través de los hoteles donde dormir en Haro. La ubicación de esta localidad riojana también ha jugado un papel importante en la historia de Bodegas Bilbaínas, ya que su proximidad a las zonas industriales del Norte de España donde se concentraba la actividad exportadora y la demanda consumidora de productos de cierto nivel, así como su cercanía a la frontera francesa, contribuyeron a que los viticultores afectados por las plagas de filoxera y oidium en el siglo XIX encontraran aquí el refugio perfecto en el que continuar su labor agrícola. El hecho de que el tren llegara hasta Haro y que ya existiera una tradición viticultora fueron dos aspectos más que respaldaron el punto de partida de la historia de Bodegas Bilbaínas en Haro.
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Historia de Bodegas Bilbaínas
Bodegas Bilbaínas fue fundada por dos primos procedentes de Bilbao que en 1901 reunieron 6 millones de pesetas para comprar las bodegas que unos franceses habían creado en 1859 en la zona de Haro conocida como Cantarranas. Ambos sabían que en su ciudad natal encontrarían a los VIP de la época, capaces de pagar por lo que entonces era un auténtico privilegio: vino embotellado. Desde entonces, la historia de Bodegas Bilbaínas está marcada por la expansión de sus viñedos, de sus mercados y de su inversión en innovación. Algunos hitos de esa historia de Bodegas Bilbaínas son:
Entre 1911 y 1923, Bodegas Bilbaínas adquiere varios pagos de renombre a partir de los cuales empieza a elaborar algunos de sus vinos más emblemáticos. En 1911 adquirió Viña Pomal; en 1921, Viña Zaco y en 1923, Viña Paceta.
En 1925, la historia de Bodegas Bilbaínas incorporar un nuevo hito que les ha acompañado hasta hoy: la bodega es nombrada “Proveedor de la Casa Real Española”.
Los años 90 también estuvieron marcados por acontecimientos singulares, como el lanzamiento de “La Vicalada”, considerado en su momento uno de los primeros “vinos de alta expresión” de España. Es en esta década cuando el grupo Codorníu compra Bodegas Bilbaínas (1997/1998). En el siglo XXI, la historia de Bodegas Bilbaínas ha estado marcada inicialmente por el lanzamiento de otro producto novedoso, Lumen (2019), el primer espumoso de calidad de la Denominación de Origen Calificada Rioja y por la adquisición, un año antes, de Bodegas Bilbaínas por paret del grupo Carlyle.
Otras iniciativas que han contribuido a que la historia de Bodegas Bilbaínas sea un referente del sector vitivinícola dentro y fuera de España han sido su labor exportadora, pionera en la zona del Caribe así como en ciudades europeas como Londres, o su expansión nacional, en la que llegó a tener hasta 17 filiales.
En esa línea de promoción nacional e internacional hay que situar el último episodio singular de la historia de Bodegas Bilbaínas, que la hermana con el resto de bodegas centenarias del Barrio de la Estación y, como al principio, con la misma localidad de Haro. Se trata de la iniciativa Cata del Barrio de la Estación, que cambiará el turismo del vino en La Rioja.
Visitas a Bodegas Bilbaínas
La propuesta de enoturismo de Bodegas Bilbaínas merece mucho la pena por varias razones. La primera de ellas es que la historia de Bodegas Bilbaínas les ha permitido desarrollar unas instalaciones singulares a través de las cuales se puede entender mejor el origen y la evolución de la bodega. Junto a la entrada principal conservan un tramo del apeadero y de los raíles por los que llegaba ese tren inicial gracias al cual comenzaron a vender vino fuera de Haro.
La singularidad de la historia de Bodegas Bilbaínas se traduce también en su superficie de viñedo, la más extensa de todo el municipio de Haro (250 hectáreas). También merece la pena señalar que a lo largo de la historia de Bodegas Bilbaínas se ha ido construyendo uno de los “calaos” más extensos de La Rioja. Dicen en el sector que los calaos más largos de La Rioja están en Ollauri pero los de Bodegas Bilbaínas en Haro no se quedan cortos gracias a sus 3.400 metros de túneles excavados a golpe de pico y pala para conservar allí barricas y botellas.
Otro motivo por el que merece la pena visitar Bodegas Bilbaínas en Haro es el carácter divulgativo de las explicaciones. Sin olvidar que su precio está muy ajustado (10 €) y que la cata se plantea adecuadamente, con tres vinos acompañados de un picoteo que ayuda a recuperar las fuerzas. Además, todos los que realizan la visita a Bodegas Bilbaínas reciben un “equipo” de cata (copa y portacopa) que se pueden quedar como recuerdo de la experiencia. Sobre las visitas a Bodegas Bilbaínas Mabel Oyono, responsable del Centro de Visitantes de Bodegas Bilbaínas, es tajante: “Era muy importante que las bodegas se abrieran al turismo, porque cuanto más entiendes algo, más te gusta”. Las visitas de Bodegas Bilbaínas también pueden incluir, previa solicitud expresa, un recorrido por los viñedos a pie, un picnic o catas a ciegas.
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