Si quieres visitar la Catedral de León merece la pena que tengas en cuentas estas sugerencias, porque no sólo se trata de admirar las vidrieras de la Catedral de León sino de entender por qué fueron diseñadas, cómo las veían sus contemporáneos y dónde se levantó. Los constructores de la Catedral de León no buscaban sólo la belleza; también quería trasladarnos un mensaje de salvación que hoy casi no sabemos interpretar porque hemos perdido las claves para hacerlo. Pero si tienes en cuenta la importancia de la luz natural, si realizas la visita de la Catedral de León con audioguía y si incluyes el claustro y el Museo catedralicio es posible que disfrutes muchísimo de una de las catedrales góticas más importantes del mundo. Por cierto que también es muy interesante pensar en visitar la Catedral de León con niños porque el edificio es accesible y está lleno de leyendas y curiosidades que seguro que les gustan.
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Paga la entrada de la Catedral de León
Parece una perogrullada pero lo cierto es que hay veces que uno se pregunta si merece o no la pena pagar la entrada de algunos monumentos. El primero de los cinco consejos para visitar la Catedral de León es que sí merece la pena pagar su entrada. Y por varios motivos. El primero es que la recaudación se destina íntegramente al mantenimiento del conjunto arquitectónico. Las vidrieras y las esculturas no tienen garantía de por vida y necesitan limpieza, conservación y estudio. El segundo motivo por el que merece la pena pagar la entrada para visitar la Catedral León, más egoísta si cabe, es que la experiencia está muy cuidada: la información de la audioguía es útil y práctica y se genera un ambiente realmente especial que merece la pena disfrutar. Si me permites una sugerencia más, creo que lo más adecuado a la hora de visitar la Catedral de León es que realices un primer paseo escuchando la audioguía y que luego vuelvas a recorrer el interior de la Catedral de León sin ella, dejándote arrastrar por el ambiente, marcado por la música gregoriana y la luz natural que entra por las vidrieras. Esta cuestión da pie al segundo de los consejos interesantes a la hora de visitar la Catedral de León…
Al visitar la Catedral de León no más luz
Al visitar la Catedral de León descubrirás que no hay demasiados focos. Y es que la luz que hay es que la tiene que haber, aunque nos resulte raro, acostumbrados como estamos a lo deslumbrante. Los responsables de la visita a la Catedral de León han decidido priorizar la luz natural a la artificial para que en el siglo XXI podamos acercarnos a la experiencia real de quienes la construyeron y visitaron antes del invento de la luz eléctrica. Es una manera de potenciar el significado de las vidrieras de la Catedral de León, que fueron diseñadas y ubicadas en función del movimiento del sol. Los maestros góticos quisieron que los colores jugaran un importante papel en el mensaje de salvación de Cristo y concibieron la Catedral de León como un mariposa multicolor, dependiente del momento del día y de la estación del año.
Curiosidades de las vidrieras de la Catedral de León
Cuando vayas a visitar la Catedral de León merece la pena que tengas en cuenta que la orientación del templo y la distribución de la iconografía de las vidrieras de la Catedral de León tienen un significado. La luz también ayuda a trasladar el mensaje celestial y a evocar el Paraíso en la Tierra.
El ábside, decorado su rosetón con el Árbol de Jesé, la genealogía de Cristo, está orientado hacia Oriente, por donde sale el sol, la luz de la Salvación católica. A los pies, en el rosetón occidental, por donde el sol se pone, las imágenes de la Virgen con el niño y los Doce Apósteles. En el lado Norte de la Catedral de León encontrarás representados a los personajes del Antiguo Testamento, revividos con una luz más azulada y fría, que significa que no conocieron personalmente el mensaje de Cristo. Los del Nuevo Testamento, que sí lo recibieron en persona, están en las vidrieras del lado Sur y brillan en tonos más cálidos, porque ya conocieron el mensaje del Salvador. Además, fíjate en lo que se representa en cada uno de los tres pisos de vidrieras de la Catedral de León: las que están más próximas al suelo tienen motivos vegetales y mundanos; las del cuerpo medio representan a la nobleza y al clero, y las superiores, más próximas al cielo, a personajes bíblicos. Y si tienes paciencia, busca dos vidrieras realmente curiosas: la de La Cacería, que dicen que viene del palacio de Alfonso X, bajo cuyo reinado se inició la construcción de la Catedral de León, y la de Simón el Mago, un maestro gnóstico totalmente profano y cuya figura está rodeada de leyendas desde los tiempos remotos.
Visita el Claustro y el Museo Catedralicio
Otro consejo práctico si vas a visitar la Catedral en tu viaje es que incluyas el claustro y el Museo Catedralicio. Estos dos lugares hablan de su pasado remoto y de sus etapas . Que lo que vemos hoy no fue lo que se construyó en un primer momento: antes aquí hubo unas termas romanas, una iglesia primitiva y el palacio del rey Ordoño II, que lo cedió para construir otra románica, precedente de la gótica actual.
Pero antes de deambular por el claustro de la Catedral de León, hazle una visita a la Virgen de los Dados, protagonista de una bella leyenda sobre la redención de un soldado capaz de apostar a su propia madre en cualquier partida. Su gesto, en el parteluz, es dulcísimo, pero la policromía (del siglo XVI) que aún resiste el paso del tiempo hace de esta portada, uno de los rincones más bellos, no sólo de la Catedral de León si no de toda la ciudad.
Visitar la Catedral de León con niños
Otra buena idea es visitar la Catedral de León con niños. Es un edificio accesible, así que es fácil moverse con sus carritos, y los menores de 12 años no pagan la entrada. Pero la visita a la Catedral de León con niños merece la pena también porque es un lugar muy emocionante, lleno de leyendas y aventuras con los que estimular su imaginación y aficionarles al patrimonio cultural.
Antes de irte, pregunta en taquilla
Este consejo para visitar la Catedral de León es sólo apto para los poco tímidos. Pero incluso ellos agradecerán superar el trance porque el equipo que da la bienvenida a los visitantes de la Catedral de León es tan discreto como sabio y seguro que se desvivirá por resolver tus dudas y añadir cuantas curiosidades quieras conocer. Seguro que pueden contarte mejor que nosotros la leyenda del topillo que deshacía de noche lo que los obreros medievales construían por el día. Dicen que la figura que cuelga sobre la Puerta de San Juan de la Catedral de León es el pellejo del que los canteros atraparon después de semanas de esfuerzo vano… Aunque más bien parece la concha de una tortuga. Parece que la realidad tras la leyenda del topillo es que los cimientos de la Catedral de León están sobre un terreno demasiado inestable, fruto de las filtraciones de agua por las que los romanos construyeron aquí sus termas y que a día de hoy siguen royendo la base del templo.
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