Cómo se hace el anís en Carmona

En la fábrica “Los Hermanos” de Carmona saben cómo fabricar anís y otros muchos en una alquitara montada por un vasco sobre un molino árabe.

CARMONA (Sevilla).- La región andaluza es famosa por la calidad de sus licores, en especial algunos tipos dulzones, como el jerez, pero también el anís y el pacharán. La llanura sevillana nos conduce hasta una elevación, donde se levanta la localidad de Carmona, el lugar en el que se asienta uno de estos productores de alcohol sabroso: la fábrica de anís “Los Hermanos”. La misma fue fundada por el vasco Izaguirre en 1880 tras cansarse de ver cómo sus compatriotas y las tropas mandadas desde Madrid se desangraban en las guerras carlistas. Hoy, “Los Hermanos” es una de las seis destilerías que quedan en la provincia de Sevilla, pero es que hasta la década de 1970, por este territorio andaluz se repartían hasta 200 centros en que se producían alcoholes refinados. En ella no sólo se produce anís, también pacharán y ginebra.

Alquitara de la fábrica "Los Hermanos" en Carmona
Alquitara de la fábrica “Los Hermanos” en Carmona | Foto: cedida

Izaguirre compró un viejo molino árabe que se encontraba a la entrada del pueblo e implantó en el mismo su sapiencia sobre la creación de licores. Hoy, se sigue destilando, gota a gota y de forma tradicional, los anises, ginebras y pacharanes que ofrecen “Los Hermanos”. El empresario vasco no escogió cualquier sitio, ya que el molino árabe formaba parte de una finca cuya existencia se remonata al año 23 como zona de recreo. En la misma se concentra un acuífero donde los romanos erigieron unas termas y, con posterioridad, los árabes construyeron un molino de trigo.

Entre doce y catorce horas dura el proceso de destilación de un anís, por ejemplo. Y, cuanto mayor es el tiempo, mejor es el producto. En el caso de “Los Hermanos”, esta mecánica se sigue realizando en una alquitara del siglo XIX, de forma artesanal, donde se introducen agua, matalauva, alcohol (de 96 grados) y los restos de la uva. Incluso se sigue usando el agua que proviene del manantial y que se encuentra a 22 grados. En cada producción se obtienen 400 litros de licor. Los interesados en probar estos productos pueden acudir a una cata que se organiza en el propio recinto.

La destilación es un proceso relativamente sencillo y consiste en la evaporación del alcohol refinado (ya mezclado con las otras sustancias) en la alquitara. Este vapor pasa a través de unos tubos donde se enfría para volverlo a convertir en líquido, que es el licor que acabará dando gusto al paladar en las sobremesas de pacharán o en las noches de gin tonics.

Este viaje por el corazón de Andalucía se puede complemetar con la visita a localidades como Alcalá la Real, Priego o Baena, para comprender la importancia de la mezcla árabe y cristiana en la zona. O para empaparnos de la presencia romana, culturas todas ellas que fueron dejando su legado en la fábrica de anís “Los Hermanos” con sus construcciones.

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