Blas Infante escribió en los años 30 del siglo XX que los orígenes del flamenco contenían “la clave de sus misterios”. Este arte, que se identifica con la cultura andaluza y española, hunde sus raíces en el medievo y nació como forma de expresar los sentimientos a través del cante y la música, sin ningún tipo de interés comercial o artístico.
Índice de contenidos
¿Cuál es el origen del flamenco?
En un reciente estudio publicado en la revista Cuadernos de Turismo, las profesoras María Genoveva Millán, Salud Millán y el profesor Juan Manuel Arjona, de la Universidad Loyola (Córdoba), indican que es muy arriesgado situar el origen del flamenco en el pueblo gitano, sobre todo porque los gitanos de otros países no cuentan con esta expresión musical.
Para diversos estudiosos, el flamenco es resultado de la mezcla cultural producida en tierras de la actual comunidad andaluza, campo para cristianos, musulmanes y judíos durante siglos. Hoy, el flamenco, que fue declarado Patrimonio Cultural Inmanterial de la Humanidad en 2010 por la Unesco, es una expresión musical de diferentes sentimientos, desde el amor al reproche y la reivindicación.
El duende flamenco
A quién interpreta el flamenco se le exigen unas cualidades concretas. En un mundo en el que los sentimientos han cedido frente a las pruebas físicas, hablar de “duende del flamenco” puede sonar hilarante, pero este término es el que se aplica a la persona que reúne las condiciones emocionales y de sensibilidad para realizar una comunicación intensa de esos sentimientos a través del baile, el cante e incluso el toque de la guitarra.
Cante, baile y guitarra, los tres componentes esenciales del arte flamenco y que se retroalimentan continuamente. Sin guitarra es difícil que haya cante, mientras que el baile flamenco necesita del cante y la guitarra. Al tratarse de una música que nace del pueblo, el flamenco cuenta con diferentes estilos, también llamados “palos”: la serrana, que procede de la sierra y se relaciona con los bandoleros; la trilla, que proviene de los trabajadores del campo; o el taranto, de los mineros. Cada palo tiene unas cualidades concretas de métrica, ritmo, etcétera.
El flamenco como negocio
Los investigadores han detectado en el siglo XVIII los primeros artistas de flamenco, aunque participaban en fiestas particulares. Es decir, que el flamenco como actividad profesional aún no había nacido. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo siguiente aparecen los “cafés cantantes”, locales donde actuaban los primeros profesionales del cante, el baile y la guitarra, y que hoy se identificarían con los “tablaos flamencos”. A principios del siglo XX, el flamenco llega a otros países, sobre todo europeos, y en París (Francia) consigue bastante difusión.
En la actualidad, el flamenco no sólo es un arte, también es un atractivo turístico de primer orden para España y Andalucía. Y hay países en los que esta manifestación artística crea furor, como en Japón. En 2009, España recibió 700.000 turistas interesados en el flamenco, quienes gastaron 550 millones de euros en los destinos que visitaron.
Parte de la creación musical española también está relacionada con el flamenco y en 2009 se vendieron discos de esta temática por valor de 8 millones de euros en Andalucía y de 20 millones en España.
